Este es uno de los paseos más populares y frecuentes en Pipa, ya que funciona como un city tour regional.

Valor del paseo: 150 reales por persona

Ofrece la oportunidad de conocer lo que no se puede hacer a pie y está un poco más alejado del centro, pero que, aun así, es tan hermoso que merece ser visitado.

Primero visitamos Sibaúma, una pequeña playa donde desemboca el Río Catú. Es una antigua comunidad quilombola formada a partir del naufragio de un barco negrero cerca de la costa. Los esclavos que lograron salvarse nadaron hasta la playa y fundaron esta comunidad. A través de senderos entre plantaciones de caña de azúcar y granjas de camarones, llegamos a Barra de Cunhaú, donde disfrutamos de la belleza de la playa y las piscinas naturales que se forman en la marea baja.

Luego, cruzamos el Río Catú, que separa Barra de Cunhaú de Sibaúma, y continuamos bordeando el mar, justo debajo de los acantilados. Pasamos por Praia das Minas y llegamos al Chapadão.

El Chapadão merece una descripción aparte: es una formación desértica junto al mar, sobre acantilados coloridos, que ofrece a los visitantes una vista panorámica de 180 grados del océano. ¡Es impresionante!

Prepárate para tomar fotos, porque no faltarán ángulos, bellezas y atracciones para capturar momentos únicos.

De un lado, la hermosa Praia do Amor, que debe su nombre al corazón que se forma en la arena durante la marea baja. Abajo está la "Piedra de Pipa", que, según dicen, dio origen al nombre de la villa porque tiene la forma de un barril de vino, llamado “pipa” por los portugueses.

El almuerzo, un deleite aparte, se sirve en un restaurante ubicado en el mismo Chapadão. El lugar cuenta con piscina y actividades para todos, además de un excelente acceso a Praia do Amor, una de las más famosas de Pipa.

El almuerzo se cobra y se paga directamente al restaurante.

El paseo continúa hacia el otro lado de la villa de Pipa: las dunas de Cacimbinhas. El guía baja las tablas del jeep y la diversión consiste en intentar mantenerse de pie mientras se practica sandboard en las blancas arenas con una vista espectacular. Desde este punto se pueden ver las muchas bahías que forman Praia de Pipa: Cacimbinhas, Praia do Madeiro, Baía dos Golfinhos, Praia do Porto, Praia do Santo y Praia do Centro. Desde lo alto de las dunas, todo luce aún más bello con esa luz rojiza del atardecer que nos indica que ya son las 16:45, y el sol se pondrá religiosamente a las 17:15, tanto en invierno como en verano.

El Camaro los llevará a la Lagoa Guaraíras, donde la mayor sensación es ver cómo el sol se sumerge en el agua, formando un reflejo de luz majestuoso que tiñe todo a su alrededor.

Fin del paseo, regreso al hotel, hora de una ducha, un descanso y prepararse para la noche, ya sea para salir de fiesta o disfrutar de una tranquila cena en uno de los tantos restaurantes de Pipa.